económicas tomadas por el gobierno nacional después de la derrota electoral
de las PASO, ya que afectan impuestos coparticipables como Ganancias y el
monotributo. Casas anticipó que los mandatarios provinciales se aglutinarán
detrás del reclamo por el impacto fiscal de las medidas anunciadas por el
Presidente para paliar la devaluación y no se descarta recurrir a los
tribunales. Las provincias tendrán una pérdida de 51 mil millones de pesos
y La Rioja perderá 950 millones de pesos por coparticipación.*
El gobernador Sergio Casas explicó que junto a demás gobernadores “estamos
preocupados por toda esta situación económica financiera que atraviesa el
país ante las medidas que está tomando el presidente Macri”, ante lo que
agregó “no entendemos esta debacle, ya hace tiempo vienen produciendo
pérdida de empleos, el cierre de industrias y ahora se suman estas medidas
desorientadas, donde por ejemplo, la reducción del IVA no tiene un efecto
directo en la gente, pero a las provincias les produce una pérdida de 51
mil millones de pesos de recaudación fiscal, algo que nos preocupa al
conjunto de los gobernadores”.
Asimismo, Casas explicó que el paquete de medidas anunciadas por Mauricio
Macri va en contra del federalismo y puede llevar a las provincias a una
situación caótica, ya que para La Rioja la disminución de ingresos por
coparticipación hasta fin de año se estima en más de 950 millones de pesos,
agravado más aún por el punto de coparticipación que se le disminuyó a la
provincia en 1988.
“Vamos a reclamar lo que nos corresponde a todas las provincias, más aún a
La Rioja que desde hace tiempo está en permanente reclamo por el punto de
coparticipación y ahora se suma esto”, enfatizó.
Por último, consideró que “el presidente debe tomar nota del resultado
electoral, dejar de estar en una situación de campaña, debe tomar medidas
más profundas donde puede encausar y dar solución a esta debacle económica
financiera, producto de sus más de tres años de gestión”; agregó además que
“debe entregar una economía ordenada y no tomar estas medidas que afectan a
la gente y al conjunto de las provincias, poniéndonos ante una situación
muy difícil para seguir administrando”.
Cabe recordar que la Comisión Federal de Impuestos, que administran los
gobernadores, hizo circular un documento con el cálculo del impacto que
tendrá para las provincias la elevación del impacto de Ganancias y la
reducción del pago del monotributo, dos impuestos coparticipables. Varios
gobernadores estudian exigir una compensación.
Según el cálculo de los gobernadores, las provincias tendrán que cubrir más
de la mitad de los 50 mil millones que costaría la batería de medidas: en
total, 29.655 mil millones de pesos, sin tener en cuenta la eliminación del
IVA de los alimentos de la canasta básica.
En ese sentido, el candidato a la presidencia por el Frente de Todos,
Alberto Fernández, señaló que “las medidas anunciadas por el Gobierno
actúan sobre los efectos y no sobre las causas de la crisis económica que
han generado. Con estas medidas solo desfinancian a las provincias, una
muestra más de desaprensión hacia el interior del país. Todo se hizo sin
haber consultado a los gobernadores, cuando son sus provincias las que
pierden 1.500 millones de dólares de recaudación fiscal con esas
decisiones”.
La merma de ingresos de las provincias trepa hasta los $51 mil millones, si
se tienen en cuenta los fondos de Seguridad social, Anticipos del Tesoro,
de Nación y de la AFIP, que ya no llegarían a las provincias, según la
comisión federal.
Los gobernadores destacaron que “largan medidas populistas para ver si
consiguen votos y evitan que asuma un gobierno populista”.
El malestar, sin embargo, trasciende a los gobernadores alineados con el ex
jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner. En Córdoba, Juan
Schiaretti puso el grito en el cielo y acusó al Presidente de obligar a las
provincias a pagar el costo fiscal de los anuncios, que no se animó a
financiar con una actualización de las retenciones a las exportaciones de 4
a 6 pesos por dólar a pesar de la devaluación.
En Río Negro, Alberto Weretilneck -otro gobernador que apostó a la boleta
corta- sentirá además el impacto del congelamiento de las naftas y calcula
que su provincia perderá $670 millones por regalías que ya no recibirán. “A
las provincias petroleras nos preocupa que debamos soportar en mayor medida
las consecuencias, a favor del resto del país, provocando una desigualdad
evidente en la distribución de las cargas públicas en nuestro desmedro y
agraviando un principio constitucional inocultable”, sostuvo el gobernador,
que no descarta recurrir a los tribunales.
El salteño Juan Manuel Urtubey también criticó las políticas del Ejecutivo.
«Salta perderá $1200 millones. No se está actuando con responsabilidad
institucional. Es una aspirina».
El Gobierno basó buena parte de su campaña con la devolución de $200 mil
millones en concepto de coparticipación durante los últimos 3 años y medios
que sirvieron para restaurar las cuentas públicas de varias provincias.
Ahora, algunos gobernadores rechazan el impacto. “Es mentira que mejoraron
los fondos federales: nos tuvimos que hacer cargo del subsidio al
transporte, parte de la tarifa eléctrica, del dinero a comedores planes
sociales y para vivienda. Vamos a soportar hasta fin de año pero el año que
viene va a ser insostenible” insistieron.