Loable tarea la que cumplen quienes dedican “su” tiempo, para ayudar a aquellos que necesitan de una “mano” dentro del internado del Hospital. Y es una mano muy grande y así lo refleja cada una cuando recorren los servicios donde están los internados y llevan una palabra de aliento, un “buen día” y ante la necesidad de efectos personales como jabón, papel higiénico, toallas y algunas ropas que recibieron en donación.
Aquel que está internado esperando una prótesis, o está convaleciente de una cirugía, o se repone de una fractura producto de un accidente vial; en fin muchas causas que las integrantes del voluntariado, por algún momento los hacen olvidar contándoles a lo mejor, la experiencia que ha tenido cada una de ellas cuando les toco estar en la misma situación o simplemente trayendo una palabra de aliento y un “Dios los bendiga” para que su ánimo cambie y la estadía sea más llevadera.
Da gusto conocer a estas “Voluntarias” que dejan de lado su rutina diaria, su casa, sus obligaciones y se conectan con los internados para sentirse bien de cuerpo y alma al ayudar al prójimo.
Felicitaciones a las que hoy están, y también para aquellas o aquellos que sientan esa vocación, o esas ganas de ayudar que seguramente se sumaran al voluntariado y sin la necesidad de estar reclamando un sueldo o un plan, lo hacen ad honoren y con la frente bien alta.
