Frente a ese escenario de incertidumbre, que empujó a la Casa Rosada, a través de la asesora presidencial Cecilia Nicolini, a presionar al Fondo de Inversión Ruso por el incumplimiento del contrario, el Ministerio de Salud decidió acelerar el estudio de las combinaciones para contar con una herramienta más para completar el ciclo de vacunación de todos los que tienen la primera dosis de Sputnik V.
La Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), en una reunión ampliada junto al Comité de Expertos, resolvió, por consenso mayoritario, que la evidencia de los ensayos clínicos que se llevaron adelante durante las últimas semanas son suficientes para, con los primeros datos preliminares de seguridad inmunogenicidad, poder avanzar en las combinaciones.
Las personas que empezaron el esquema de vacunación con la primera dosis de Sputnik V, podrán completarlo con dosis de AstraZeneca o de Moderna. En tanto, aquellos que lo arrancaron con las vacunas de AstraZeneca lo van a poder completar con las de Moderna, un proceso que ya se está realizando en el Reino Unido y Alemania.
Si una persona que tiene colocada la primera dosis de Sputnik V y decide esperar la segunda dosis de la misma vacuna, será citada a los vacunatorios cuando haya disponibilidad de esas dosis. La decisión de completar el esquema con una vacuna distinta depende de cada persona. Es optativo. Tiene la opción de hacerlo o de esperar a cerrar el ciclo con la segunda dosis de la misma vacuna.
En orden de prioridades, la primera opción va a ser completar el esquema con las dosis del mismo laboratorio. La segunda será combinar las dosis de distintas vacunas.
Con esa proyección, el objetivo oficial es completar la mayor cantidad de ciclos de vacunación para que haya más ciudadanos protegidos frente al impacto de la nueva cepa. Las dos dosis son determinantes para reducir las hospitalizaciones y la tasa de mortalidad. Por eso en el Gobierno definen a agosto como “el mes de las segundas dosis”. Es lo único importante en estas próximas semanas.