Emotivo: se reencontró con su abuelo tras pedirle por carta a la policía que lo dejara visitarlo

Se reencontraron gracias a la flexibilización de la cuarentena en La Pampa. Fue un día de juegos y abrazos.

 

 

 

Desde el 20 de marzo, cuando empezó la cuarentena por el coronavirus, Jonás no veía a su abuelo. Por eso le escribió una carta a la policía para que le diera permiso para ir a visitarlo. Al nene de ocho años y a «Coco» lo separaban tan solo 10 kilómetros. Este domingo superaron esa distancia y finalmente pudieron reencontrarse.

 

Jonás vive en la localidad pampeana de Victorica y su abuelo en Telén, en La Pampa. Antes del aislamiento obligatorio compartían mucho tiempo juntos. Jugaban a la pelota, miraban los dibujitos en la tele y disfrutan de los asados. Estas simples cosas eran las que más extrañaba. Por eso le pidió a su mamá que fuera hasta la comisaría para que averiguara si podía ir a ver a «Coco».

 

«Le hice caso y fui, pero me dijeron que no podía salir ni trasladarme porque regía el aislamiento social y obligatorio. Llegué a casa y le conté a mi hijo. Al principio se puso mal, pero después lo entendió», contó Angie, su mamá, en diálogo con TN y La Gente.f

 

Pero las ganas de ver a su abuelo lo llevaron a escribirle una carta a la policía pidiéndole permiso para salir a visitar a «Coco». Y le dijo a su mamá que la llevara hasta la comisaría.

 

«Señor policía me llamo Jonás y quería pedir permiso para ir a Telén a visitar a mi abuelo a quien no ve desde hace más de 50 días. Y lo extraño demasiado. Hacemos videollamadas y hablamos por celular, pero necesito abrazarlo, jugar a la pelota y extraño sus asados. ¿Por favor, me deja ir? Yo prometo cuidarme y quedarme en su casa», escribió el nene en una hoja de cuaderno.

 

 

 

A los pocos días el comisario fue hasta la casa de Jonás para llevarle la respuesta. Y hubo buenas noticias. Edgardo Díaz Correa le explicó que entendía el pedido porque él también tenía hijos pequeños que extrañaban a sus abuelos, pero que no podía autorizarlo a viajar porque la mejor manera de cuidarnos y cuidar a nuestros seres queridos «es quedarnos en casa».

 

Al final, gracias a un decreto del Gobernador, supo que iba a poder ir a visitar a su abuelo. Eso sí, las visitas son de 10 a 18 horas y después tiene que volver a su casa.

 

Finalmente llegó el día tan esperado y a las 10 de la mañana pasaron el control de la entrada al pueblo, y Jonás pudo reencontrarse con «Coco».

 

 

 

 

«Le costó dormirse. Estaba nervioso y ansioso. Me decía ’mami no sé lo qué me pasa que no puedo dormir’. Se durmió cerca de las dos de la mañana y se levantó temprano. Cuando recibió la respuesta a su carta saltó de alegría», relató la mujer.

 

Fue un día de abrazos y juegos. «Coco» los esperó con un asado, como los que le gustan a su nieto. «Estaba muy emocionado, no dejó de acariciarlo. Estaba feliz», contó su madre. /TN

 

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