El cuerpo había sido encontrado el pasado martes 21 a orillas del arroyo La Totora, que cruza la Ruta 11 a mitad de camino entre Miramar y Mar del Sud.
Quien lo halló fue un hombre de la zona que suele recorrer en bicicleta los 17 kilómetros que separan las localidades, y se detuvo al advertir que un perro hociqueaba insistentemente entre los pastizales.
Al mirar de cerca y ver el cuerpo de la criatura a la vera del camino, este vecino dio inmediato aviso a la policía, que horas más tardes confirmaba el macabro hallazgo y comenzaba una investigación a cargo de la fiscal Ana María Caro.
Hasta hoy el principal objetivo de la fiscal era identificar a la víctima, tarea difícil teniendo en cuenta las condiciones en las que se encontraba el cuerpo.
Ahora, tras haber sido identificado, los investigadores comenzarán a trabajar para reconstruir qué ocurrió con el cadáver y cómo llegó al lugar donde fue encontrado hace exactamente una semana.