Los científicos se centraron en dos variedades de tumores primarios, los gliomas (que representan el 33% de los tumores) y los meningiomas (30%), los más comunes entre los adultos. En el 85% de los casos, ambos suelen ser benignos. Sin embargo, el 15% restante es maligno y de rápido crecimiento, con metástasis en el cerebro.
El equipo de investigadores realizó un meta-análisis de 18 estudios relativos a este tema, enfocando su atención en un total de 6,039 casos (con sendos tumores cerebrales, 2.982 casos de meningioma y 3.057 casos de glioma) donde compararon el índice de masa corporal (IMC) y la actividad física de todos los pacientes. Los resultados fueron reveladores: las personas con sobrepeso (IMC de 25 a 29,9) fueron un 21% más propensas a desarrollar un meningioma; las personas obesas (con un IMC de 30 o más) tenían un 54% más de riesgo de desarrollar este tumor cerebral, en comparación con las personas con un peso corporal normal (con un IMC por debajo de 24,9).
Respecto a la actividad física, aquellos que eran realizaban más ejercicio eran un 27% menos propensos a tener un meningioma que los que realizaban poca actividad física. En cuanto a los gliomas, los expertos no encontraron relación entre el exceso de peso y el aumento del riesgo.
“Dada la alta prevalencia de la obesidad y el pronóstico desfavorable para este tipo de tumor, estos resultados pueden ser relevantes para las estrategias dirigidas a reducir el riesgo de meningioma”, explica Gundula Behrens, líder del trabajo.
El estudio ha sido publicado en la revista Neurology.