Cataluña respondió al ultimatum de España diciendo que votaría la independencia
Político y periodista. Carles Puigdemont arenga a los catalanes. Foto: AP
El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, respondió al ultimatum del Ejecutivo español sobre si declaró la independencia de Cataluña con una carta en la que afirma que el Parlamento catalán no votó la secesión, pero amenaza con hacerlo si el gobierno de España «persiste en impedir el diálogo y continúa la presión».
En la misiva, que se hizo pública apenas diez minutos antes de que vencía el plazo que se le había dado desde el gobierno central, el líder secesionista explica, sin ser totalmente explícito, que no se produjo una declaración unilateral de independencia, y reprocha al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, que se niegue a dialogar.
Increíble enfrentamiento. La guardia civil española «molió» a palos a los bomberos de Barcelona.
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«Si el gobierno de España persiste en impedir el diálogo y continúa la represión, el Parlamento de Cataluña podrá proceder, si lo estima oportuno, a votar la declaración formal de independencia que no votó el 10 de octubre», advierte Puigdemont.
«En mi carta del lunes le propuse celebrar una reunión que todavía no ha sido atendida», remarca el presidente catalán, para luego agregar que «tampoco ha sido atendida la petición de revertir la represión, al contrario, se ha incrementado», con el reciente encarcelamiento de los líderes secesionistas Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.
Puigdemont dice que en la sesión parlamentaria del pasado 10 de octubre se valoró el resultado del referéndum de secesión celebrado el día 1 de el mismo mes en el que el pueblo de Cataluña «decidió la independencia» y que él propuso «suspender los efectos de aquel mandato popular para propiciar el diálogo».
«Esta suspensión sigue vigente», subraya el dirigente catalán, quien, no obstante, recuerda que el gobierno español es el que puede hacer que cambie la situación al ser quien tiene en su poder aplicar el artículo 155 de la Constitución, que supondrá una intervención en el autogobierno de Cataluña.
En ese sentido, frente a la advertencia del Estado de que activará esa vía para restablecer el orden constitucional, Puigdemont se anticipa y dice a Rajoy que «pese a todos estos esfuerzos y nuestra voluntad de diálogo, que la única respuesta sea la suspensión de la autonomía, indica que no es consciente del problema y que no se quiere hablar».
Cataluña. Con 7,5 millones de habitantes, representa el 19% del PBI español.
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Puigdemont no hizo ninguna mención en su carta a la posibilidad de convocar elecciones anticipadas en Cataluña, una opción que el gobierno español valoraba como la vía de salida para el conflicto de secesión, que evitaba la aplicación del artículo 155, y que conllevaría a abrir un diálogo en el seno del Congreso de los Diputados español.
La respuesta del Ejecutivo central llegó de inmediato a través de un comunicado en el que se afirmó que se constata que Puigdemont «no respondió» al requerimiento que se le hizo, por lo que se «continuará con los trámites previstos para aplicar el artículo 155».
«El Gobierno ha convocado para el próximo sábado 21 un Consejo de Ministros extraordinario a fin de aprobar las medidas que elevará al Senado para «proteger el interés general de los españoles, entre ellos los ciudadanos de Cataluña, y restaurar el orden constitucional en la Comunidad Autónoma», dice el comunicado.
El 10 de octubre, Puigdemont anunció en una confusa comparecencia en el Parlamento catalán que asumía el mandato del pueblo catalán de declarar la independencia, y al mismo tiempo pidió a los diputados que dejaran en suspenso esa decisión con la intención de abrir un cause de diálogo con el Ejecutivo español.
Fue entonces que el gobierno español reclamó a Puigdemont formalmente que aclarase si había declarado la independencia o no, y en caso afirmativo le daba la posibilidad de rectificar dando marcha atrás a la vía de ruptura, bajo la amenaza de aplicar medidas extraordinarias previstas por la Constitución para restablecer la ley quebrantada en Cataluña.
Fuente: Télam