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Jorge Yoma: “El aborto es un tema de la clase media porteña, no de la gente”

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Charla a fondo con el ex embajador: su admiración por Carlos Menem, el “régimen castrense” que lo llevó a romper con el kirchnerismo y el fracaso de Cambiemos: “Fue una coalición en la cual nadie se hacía cargo de su propio gobierno”

 

 

Jorge Yoma pasó el último mes en La Rioja. Dejó la embajada en Lima y volvió a su provincia, donde comenzó a trabajar para lograr la firma de un acuerdo de integración con Catamarca. “No tengo un cargo», aclara, en un living amplio del piso que tiene en Belgrano, en la ciudad de Buenos Aires. “Queremos acordar políticas activas, crear una agencia de promoción de inversiones, planificación y comercio exterior de la región”, explica.

 

A su lado, sobre un mueble, descansa un busto de León Trotsky. Un obsequio de Esteban Volkov, nieto del líder bolchevique y a quien conoció durante los años en que fue embajador en México. “Un tipo increíble, impresionante, interesantísimo, me hice muy amigo. ¡El último trotskista!», se entusiasma.

 

Una mayor admiración expresa cuando se refiere a Carlos Menem. “Este departamento me lo compré con la convertibilidad, ¿ves?”. Minutos más tarde levanta su teléfono celular: “Esto lo hizo Menem, ¿entendés?”. Y habla de la Panamericana y de la ruta 2, orgulloso, como si estuviera demasiado claro, como si no hiciera falta explicar más, como si nadie pudiera poner en duda que la única salida de la crisis es el regreso del 1 a 1.

 

—¿Cuál fue la mayor enseñanza que le dejó Menem?

 

 

—En los dos años que ministro de Gobierno lo veía a él cuando era candidato presidencial y, además, gobernaba La Rioja. Fue una maestría en la conducción política, en el liderazgo, en la persuasión. A los 30 ser ministro de un tipo como Menem, cuando estaba en plena campaña presidencial… Prácticamente me dejaba La Rioja a mí. Tuve la experiencia de gobernar casi, cuando él andaba de campaña por todos lados. Estar al lado de él, esos dos primeros años de mi carrera política, fue un máster en Ciencia Política.

 

—¿Todavía lo frecuenta?

 

— No. Lo apoyé mucho y lo vi, estuve con él, cuando fue su campaña para reelección como senador. La justicia electoral lo había impugnado, después fuimos a la Corte Suprema y la Cámara Electoral confirmó la impugnación. Lo ayudé mucho. Esto fue en 2017. Después me fui a Perú. Tengo una relación muy cordial, de mucho afecto mutuo. Sé qué es mutuo.

 

—Menem llega a su vida a través de su padre.

 

—Claro. Mi viejo había sido ministro de Hacienda en La Rioja en el segundo gobierno peronista y estaba en cana. A todos los que fueron parte del gobierno peronista en el 55 los metieron presos. Y ningún abogado quería defender a los presos políticos de, como le llamaban en aquella época, ese régimen depuesto. Porque además hasta estaba prohibido decir “Perón” o nombrar al peronismo por un decreto. Y Carlos Menem, recién recibido, jovencito, fue el único que se puso a defender y lo sacó de la cárcel a mi papá y a otros presos políticos del peronismo. Ahí empezó, no la relación mía, porque tenía un año, pero sí históricamente el vínculo afectivo y político con Menem.

 

—Usted estuvo preso también.

 

— Sí, dos veces. La primera, al fin del gobierno de Isabel Perón, estuve preso 20 días cuando ya estaba la Triple A estaba en el Gobierno. Yo había sido fundador del partido Peronista Auténtico de La Rioja, que fue una escisión de la Juventud Peronista en la pelea que había entre la izquierda y la derecha peronista. Cuando el peronismo se derechiza, López Rega interviene el partido Justicialista y manda un interventor, un viejo fascista que ha mandado a perseguir a todo el mundo. Nosotros, con un grupo de la Juventud Peronista, nos escindimos del Justicialismo y creamos el partido Peronista Auténtico en La Rioja. Isabel saca un decreto declarando ilegal a nuestro partido y me metieron en cana con tres o cuatro compañeros fundadores en el gobierno de Carlos Menem.

 

Y después en la dictadura, el día del golpe de Estado, también. Cayó la Gendarmería y me sacó de mi casa. Estuve desaparecido, no quiero banalizar el término, pero estuve sin que tuviera noticias mías mi familia, quince días hasta que mi mamá me salvó la vida. Recorrió todos los cuarteles, las comisarías de La Rioja, hasta que aparecí. Me blanquearon y me mandaron a la cárcel en La Rioja y me pudo ver mi mamá. Tres meses estuve.

 

—Milani estaba en La Rioja.

 

— Sí, en esa época era oficial de inteligencia y estaba destinado a La Rioja. Él fue uno de los que en el departamento de inteligencia del Ejército, del Batallón 141, donde nos tuvieron a nosotros, estaba ahí. Subteniente era, creo…

 

—¿Qué le pareció que lo hayan designado jefe del Ejército?

 

—Un disparate. El tema fue que no sabían cuando lo designaron lo que había sido.

 

—¿No sabían?

 

—Creo que no, porque Milani ascendió a general durante los gobiernos democráticos. Yo fui presidente de la Comisión de Acuerdos. No recuerdo haberle aprobado el ascenso a Milani, pero sé cómo funciona: la Comisión de Acuerdos envía el nombre de los militares a los organismos de Derechos Humanos y a la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia. Si el tipo no tiene antecedentes, pasa. Lo que pasa es que Milani estaba en el Nunca Más y los antecedentes, en La Rioja –en el Nunca Más de La Rioja, no el que reflejó el trabajo de Alfonsín-. No había antecedentes de Milani. Se vieron con Milani cuando el tipo asume la jefatura del Ejército. Yo no lo reconocí en ese momento. Compañeros que estuvieron presos conmigo dijeron: “Este es Milani, el que estaba allá, ahora es jefe del Ejército”. Creo que fue así. No es que creo: fue así. Cuando se va a tratar el pliego de él aparecen todos los antecedentes que figuraban en el Nunca Más de La Rioja porque unos compañeros lo reconocieron.

 

—¿Reivindica hoy las políticas de Carlos Menem?

 

—Para mí fue el mejor presidente. Menem… y Kirchner. Fueron los mejores presidentes desde la restauración democrática. Menem fue el presidente que hizo las transformaciones más importantes en la Argentina. Fue un punto de inflexión en Argentina. Primero, porque fue la única década sin inflación desde 60 años a esta parte, los diez años de la convertibilidad. Y Menem deja el gobierno con el nivel más bajo de pobreza de toda la restauración democrática, el 26%, pero creo que tuvo errores…

 

—¿Cuáles?

 

—Cuando devaluó Brasil perdimos competitividad nosotros. Cuando devaló el real, que era el principal socio comercial nuestro, debimos haber modificado la convertibilidad, el tipo de cambio, porque perdimos competitividad. Antes de llegar Menem al gobierno vos tenías que pedir un teléfono fijo y estabas tres años esperando para que te lo trajeran. Tres años tardaba el trámite. Qué sé yo. Acceso Norte era una calle de doble mano hasta que llegó Menem e hizo toda la Panamericana. Lo mismo que la ruta 2.

 

Transformó la economía Menem. Creo que la historia va a ser más justa con Menem que sus propios contemporáneos. Y reivindico las ideas de Menem, absolutamente. Es más: creo que tenemos que volver a la convertibilidad. La única manera de lograr estabilidad y terminar con la inflación en la Argentina es volver a anclar el peso que circula al dólar, que tengamos las reservas en el Banco Central. Creo que hay que reconstituir reservas y volver a la convertibilidad.

 

—¿Y qué responde si le dicen “pero Yoma, mire cómo terminó eso”?

 

— Sí, lo que pasa que en el 99 lo sacaste a Fangio en el auto y lo pusiste a Chano, a De la Rúa. Lo iba a chocar. El problema no fue Menem ni la convertibilidad, el problema fueron los dos años de desquicio de la Alianza. No se puede obviar eso. No admito que me digan “mirá cómo terminó”. ¿Cómo va terminar un auto si sacás semejante conductor y ponés a otro conductor? Tenía que terminar mal.

 

—¿Sobre los indultos qué piensa?

 

—Me opuse, se lo manifesté a Menem. “¿Por qué esto? ¿Por qué indultarlos, perdonarlos?”. Y Menem me dijo: “Si no los perdono, ¿quién va a perdonar a estos tipos?”. Yo fui ministro de Gobierno de él, siendo gobernador, y en La Rioja cuando llegaba fin de año, para Navidad, hacía amnistías o conmutaciones de penas a los presos políticos. Y siempre teníamos problemas con los jueces porque había tipos que estaban en cana, condenados, y Menem les conmutaba la pena. Por supuesto que eran delitos contra la propiedad, no asesinos ni violadores. Un par de veces le dije: “Los jueces están protestando porque conmutamos la pena a éste”, y dice: “Yo no puedo ver preso ni a un pajarito en una jaula, yo estuve cinco años preso”. Tiene una cuestión con eso, con los cinco años preso y cómo los había pasado. Es una tortura. El sistema carcelario nuestro es una tortura. Pero él los había reprimido a los militares, terminó con las asonadas.

 

El de Alfonsín fue un gobierno condicionado por las presiones. Cuando llegó Menem los reprimió a Seineldín y a todos esos, les metió bala y se acabó. Él ejercía el poder y es quien consolidó la democracia. Al levantamiento de Seineldín en Villa Martelli lo reprime. Alfonsín no lo reprime porque no le daban bola los mandos del ejército, los “carapintadas”. Eso él mismo lo reconoció. Es un tema de él, ejerció el poder en ese momento, firmó los indultos, le pareció que estaban bien. Para poner en la balanza: él indultó a los tipos pero es quien terminó con las asonadas militares.

 

—Hablábamos recién del modelo económico que usted elogia. ¿Cree que en Argentina hay lugar para que vuelva una experiencia de ese tipo?

 

—No tenemos otra salida. No hay manera de parar la inflación, de terminar con la expectativa inflacionaria, de darle estabilidad, de recrear la confiabilidad al peso. Si no, vamos a tener crisis recurrentes. Mirá, este libro me lo regaló Cavallo en 2015, se llama Camino a la estabilidad. Ahí plantea lo que se le venía a Macri si no enfrentaba la inflación. Macri lo que hizo fue todo lo contrario: metió un tarifazo, eliminó todos los subsidios a los servicios públicos, duplicó la inflación. ¿Cómo generás confianza en el peso que la gente tiene en el bolsillo y no salga a gastarlo apenas lo tiene porque sabés que mañana los precios te van a aumentar? Este fenómeno se frena valorizando el peso. La única manera de que el argentino vuelva a confiar en su moneda, a ahorrar, a invertir, a planificar, es la convertibilidad, que tenga paridad con el dólar. ¿Cómo recreás el crédito si las propiedades están en dólares?

 

—¿Pudo decírselo a Macri?

 

—Se lo dije. Él me dijo que el Fondo no lo iba a dejar y que los radicales tampoco. Se lo dije las tres veces que estuve. Después del 2017, cuando ganó las elecciones, tuve una reunión con él y le dije: “Es momento de acordar con el peronismo, clavar la convertibilidad, traerlo a Pichetto a tu gobierno. Acordá con los gobernadores, hacer un nuevo pacto federal. Aprovechá toda la legitimidad que tenés”.

 

—¿Se ilusionó con la incorporación de Pichetto como candidato?

 

—Soy muy amigo de Miguel, un compañero de toda la vida. Por él fui embajador en Perú, fue quien me propuso. La presencia de él en la fórmula le daba una visión federal al proyecto y además expresaba al peronismo. Pasa que creo que fue tarde. Pero Miguel es un tipo de enorme valía. El problema es que cuando Macri le propone la fórmula, lo que era la expresión del peronismo más o menos orgánico, federal, eran los gobernadores, Massa, Lavagna, ya había detonado todo eso. Miguel le dio una impronta política distinta a un gobierno que, la verdad, tenía muchos problemas políticos. No se animó, le faltó liderazgo a Macri.

 

Es un tipo de buenas intenciones pero no tuvo liderazgo. Siempre estuvo muy limitado por su propia coalición de gobierno. La Argentina es un país en el cual no podés no tener liderazgo. Los mejores momentos que tuvo la Argentina fue cuando tuvo liderazgo firmes políticos. Somos un pueblo de caudillos cultural, históricamente. El pueblo deposita la confianza en un tipo porque culturalmente es así. Pasó con Yrigoyen, con Perón, con Alfonsín en el retorno de la democracia, con Menem, con Kirchner. Cuando no hay liderazgos claros tenemos problemas. Porque la gente deposita su confianza en un tipo.

 

http://www.fenix951.com.ar/nuevo_2013/noticia.php?id=157252

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